LA IMPORTANCIA DE LA INFORMACIÓN FINANCIERA PARA LA EMPRESA


La importancia de la información financiera para la empresa



La contabilidad es el sistema de información que mide las actividades de una empresa, procesa los datos hasta convertirlos en informes y comunica los resultados a quienes toman decisiones. La contabilidad es “el lenguaje de los negocios”.

La contabilidad produce información indispensable para la administración y el desarrollo de las entidades y, por tanto, procesa las operaciones llevadas a cabo por la entidad y agrupa datos e información para el uso de la administración y de las personas que dentro de la entidad toman decisiones.

Un producto fundamental de la contabilidad es un conjunto de informes que se denominan estados financieros. Los estados financieros informan acerca de un negocio sobre la base de términos monetarios. Se preparan estados fi­nancieros para dar a conocer un resumen de los aspectos fi­nancieros relevantes y primordiales para la propia entidad. Dicha información se hace extensiva a terceros interesados en el desarrollo de la misma entidad.

Es muy común por parte de varios empresarios dueños de pequeñas empresas o comúnmente aquellos que tributan en el régimen de incorporación fiscal (RIF) y prestadores de servicios profesionales, el no tener un correcto control o conocimiento acerca de su información financiera, razón misma por la que la mayoría de los pequeños negocios, no logran su éxito.

En la NIF A3 “Necesidades De Los Usuarios” encontramos que:

El propósito de los estados financieros surge de una necesidad de información, la cual es requerida por interesados internos y externos en una entidad. Los interesados primarios, son los inversionistas y acreedores y, en seguida, otros interesados internos y externos, que en las economías más evolucionadas o en desarrollo, es inherentemente el público en general.


Se tiene en México la falsa creencia de que la contabilidad es únicamente para aquellas empresas grandes con importantes volúmenes de ventas o una cartera de clientes extensa o para aquellos negocios obligados de acuerdo con las disposiciones fiscales, dicha creencia no puede resultar más falsa.

Como mencionábamos antes, la contabilidad produce información financiera, dicha información es representada en estados financieros, mismos que son analizados e interpretados por los usuarios de la información financiera los cuales la ya mencionada NIF A3 los clasifica de la siguiente manera:

·       propietario o inversionista (también conocido como accionista o dueño), es toda persona que participa contractual o no contractualmente en los beneficios y riesgos económicos de los activos netos de una entidad, incluye a socios, asociados y miembros o participantes de una sociedad mutualista (entidades lucrativas);
·       patrocinadores, incluye a patronos, donantes, asociados y miembros, que proporcionan recursos que no son directamente compensados (entidades con propósitos no lucrativos);
·       Órganos de supervisión y vigilancia corporativos, internos o externos, son los responsables de supervisar y evaluar la administración de las entidades;
·       Administradores, son los responsables de cumplir con el mandato de los cuerpos de gobierno (incluidos los patrocinadores o accionistas) y de dirigir las actividades operativas;
·       Proveedores, son los que proporcionan bienes y servicios para la operación de la entidad;
·       Acreedores, incluye a instituciones financieras y otro tipo de acreedores;
·       Empleado y tercero que prestan servicios similares, son los que laboran para la entidad;
·       Cliente, es una parte que ha contratado a una entidad para obtener bienes o servicios (o una combinación de bienes y servicios) que provienen de las actividades principales de esta entidad a cambio de una contraprestación;
·       Unidades gubernamentales, son las responsables de establecer políticas económicas, monetarias y ­fiscales, así como participar en la actividad económica al conseguir ­financiamientos y asignar presupuesto gubernamental;
·       Contribuyentes de impuestos, son aquellos que fundamentalmente aportan al fi­sco y están interesados en la actuación y rendición de cuentas de las unidades gubernamentales;
·       Organismos reguladores, son los encargados de regular, promover y vigilar los mercados financieros; y
·       Otros usuarios, incluye a otros interesados no comprendidos en los apartados anteriores, tales como público inversionista, analistas financieros y consultores.

Cualquier usuario general de la información ­financiera de una entidad, comparte un interés común en la información acerca de la efectividad y eficiencia de las actividades de la entidad y de su capacidad para continuar operando. Por ende, la información financiera debe ser útil a una gama amplia de usuarios para la toma de decisiones.

Los estados financieros le son de utilidad a los usuarios generales de la información financiera para la correcta toma de decisiones, o para asignación de recursos a la entidad, por ejemplo, la información revelada por el estado de resultados, en el cual el usuario general observa las utilidades obtenidas (en su caso) en el ejercicio de sus actividades económicas, este puede optar entre reinvertir dichas utilidades ya sea para expansión o mejorar diversas áreas de la empresa, disponer de dichas utilidades para otras actividades, o si existieron perdidas, tomar las acciones necesarias para recuperar el capital perdido.

También son de utilidad para las empresas de financiamiento o los proveedores al momento de tomar una decisión de otorgar crédito, bajo este supuesto, una empresa o persona física que en su momento llegue a necesitar de apoyo financiero mediante un préstamo, o que requiera de un crédito para la compra de mercancías, muy difícilmente este podrá tener acceso a dichos beneficios si no cuenta con estados financieros que detallen la salud financiera de la entidad como la solvencia, la liquidez, etc…

La información financiera es de utilidad también para el usuario general, para poder reconocer el riesgo financiero. Los riesgos financieros, por sí solos o combinados, están representados por uno o más de los siguientes:

·       Riesgo de mercado, que a su vez incluye tres tipos de riesgo:

                              I.          Cambiario, es el riesgo de que el valor de un activo o pasivo fluctuará debido a movimientos en los tipos de cambio de monedas extranjeras,
                            II.          De tasas de interés, es el riesgo de que el valor de un activo o pasivo fluctuará debido a cambios en el mercado del costo de ­financiamiento, y
                          III.    En precios es el riesgo de que el valor de un activo o pasivo fluctúe como resultado de cambios en los precios de mercado; si dichos cambios son causados por factores específicos atribuibles al activo o pasivo individual o a la contraparte o por factores que afectan a todos los activos o pasivos negociados en el mercado, en su conjunto;

·         Riesgo de crédito, es el riesgo de que una de las partes involucradas en una transacción con un activo financiero o un pasivo financiero deje de cumplir con su obligación y provoque que la contraparte incurra en una pérdida ­financiera;
·         Riesgo de liquidez (también referido como riesgo de fondeo), es el riesgo de que una entidad no tenga capacidad para reunir los recursos necesarios para cumplir con sus compromisos asociados con activos o pasivos. El riesgo de liquidez puede resultar de la incapacidad para vender o liquidar un activo o pasivo rápidamente a un valor cercano a su valor razonable; y
·         Riesgo en el flujo de efectivo, es el riesgo en el cual los flujos futuros de efectivo asociados con un activo o pasivo fluctuarán en sus montos debido a cambios en la tasa de interés del mercado. Por ejemplo, en el caso de un activo o pasivo con tasas variables, tales fluctuaciones dan como resultado un cambio en la tasa de interés efectiva del mismo, usualmente sin un cambio correspondiente en su valor razonable.

La contabilidad es y será siempre, independientemente de que las normas tributarias nacionales lo impongan, una obligación para la empresa y una necesidad para que esta funcione de manera correcta y subsista ante los diferentes riesgos inherentes al desarrollo de sus actividades.

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